Siempre que esté a nuestro alcance, cuando somos expuestos o confrontados con la ira, una respuesta con una actitud amable estimulará el entendimiento la reconciliación y la paz. No podemos responder por otros, solo podemos hacerlo por nosotros mismo. De hecho la Biblia nos enseña que daremos cuenta a Dios por nuestras acciones, nunca por la de los demás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario