domingo, 23 de agosto de 2020

¿Contra quién estás luchando?

Nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus malignos en los lugares celestiales. 

Efesios 6:12 


Sé que vivimos tiempos duros, complicados, difíciles de mucha incertidumbre. Hay una batalla que estamos librando en nuestra mente constantemente , sin tregua ni descanso.

Algunos estamos consiente, otros definitivamente que no, lo cierto es que el enemigo de nuestras almas está firme, persistente, testarudo y de manera obstinada en lograr manipular  nuestra mente para lograr su objetivo. Su objetivo perenne es infiltrar sus pensamientos en los tuyos y en los míos y promover su mentira  por encima de la verdad de Dios. 

Mencioné en un podcast anterior hace un tiempo atrás de que Satanás sabe que sí puede controlar nuestros pensamientos, puede controlar nuestra vida e incluso mencioné ejemplos tanto en A.T. como en el N.T.

Repito, entiendo que para nadie es un secreto del tiempo que vivimos, duro, complicado,  de mucha incertidumbre ,eso influye sobre nosotros, sobre nuestras actitudes y conductas, sobre todo cuando no se está consciente de esa lucha en nuestra mente, pero no debemos olvidar que no sólo libramos una batalla, que al hacerlo tampoco estamos solos, el Espíritu Santo está de nuestro lado , sino que debemos tener presente que nuestra lucha no es contra sangre ni carne, no es contra personas ni situaciones. 

La Biblia nos revela claramente contra quien es nuestra lucha y contra quien no es. Efesios capitulo 6:12 nos dice " Nuestra lucha no es contra seres humanos sino contra gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus malignos de los lugares celestiales. 

Voy a enfocarme como siempre en lo que a nosotros nos toca hacer; y en este versículo nos toca entender que tal vez usted y yo estemos peleando con el enemigo equivocado, así que si usted con quien está peleando lo ve físicamente, déjeme decirle  que está peleando con el enemigo equivocado;  este mismo versículo dice que nuestra lucha es contra poderes invisibles sin cuerpos, es la influencia espiritual sobre esa persona que usted considera físicamente su enemigo, el cual lo que está haciendo es ser utilizado contra usted para que no se cumpla la perfecta voluntad de Dios en su vida.

Los verdaderos hijos de Dios, discípulos de Cristo debemos aprender a ver nuestras circunstancia como Dios las ve, y a superarlas como Dios nos enseña.

Es innegable la existencia del mundo espiritual y la lucha que libramos que aunque usted la ignore es determinante en nuestras vidas y relaciones con los demás. 

Siempre cuando tenemos conflictos con alguna persona, nuestra perspectiva es, que es la persona en sí la que nos está atacando, cuando la verdad bíblica - en el trasfondo de las luchas humanas, está la influencia del enemigo de nuestras almas satanás y sus demonios, que el propósito cuando no estamos en Cristo es matar, robar y destruirnos.     

En las enseñanzas de los evangelios está escrito, como el Señor Jesús desenmascaró a Satanás y a estos seres, y en su gran poder y amor liberó a muchas personas. Por lo tanto la lucha no es contra la suegra, ni mis padres, hermanos, esposa, esposo, ni tampoco de los que nos persiguen o calumnian; la verdadera lucha y guerra es espiritual y se triunfa con las armas que el Señor Jesús nos brindó.

Cuando tengamos un conflicto de cualquier índole con alguna persona , lo primero que debemos hacer es orar por ella y bendecirla,  bendecir es hablar   bien delante de nuestro Dios, clamar por ella, y pedirle  a Dios sabiduría  para conducirnos con esa persona y de ser posible arreglar el conflicto.

El enemigo nos engaña distrayendonos y confundiendonos para ocultar la verdad de Dios, gente que conoce la palabra, que utiliza las redes, que esparce chisme e indirectas y también directas contra las personas.

Es de vital importancia que entendamos como discípulos de Cristo,  sí es que lo somos, que nunca que  podremos  ganar una guerra no solo sin saber usar las armas correctas , no la podremos ganar a menos que conozcamos el enemigo correcto. 

De manera que el consejo bíblico es que enfoques tus fuerzas en donde realmente vienen tus ataques y veras como las cosas cambian. 

No estamos solos. El Espíritu Santo nos ayuda.    

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