martes, 23 de noviembre de 2021

¡Vaya que sí duele!

 

"Pero el recaudador de impuestos, de pie a cierta distancia, ni siquiera levantaba los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho con humildad y arrepentimiento, diciendo: ¡Dios, ten misericordia y compasión de mí, el pecador especialmente malvado que soy! "
Lucas 18:13


Es imposible que alguien tenga un verdadero arrepentimiento sin antes haber experimentado una profunda decepción de sí mismo.

Y esta decepción que le precede al verdadero arrepentimiento trae tristeza porque frente a nuestros ojos vemos como se desbarata la reputación que teníamos de nosotros mismo...¡ y vaya que sí duele! 

Nos decepcionamos porque nunca nos vemos malos, nos consideramos buenos y justos debido a nuestros propios esfuerzos —los protagonistas de nuestra propia película— cuando no nos vemos buenos nos vemos víctimas;  no estamos conscientes de nuestra propia naturaleza pecaminosa, de nuestra indignidad y de la constante necesidad de la ayuda, misericordia y gracia de Dios. 

El arrepentimiento genuino que implica un cambio de actitud y de vida, es imposible ante tal inconsciencia.

Sin lugar a dudas, es indispensable un cambio de opinión antes de un arrepentimiento verdadero, y ese cambio comienza con la opinión que tengo sobre mí mismo. 

Vemos como el recaudador de impuestos (Lucas 18:13) estaba profundamente consciente de su pecado y su culpa, y con base en tan innegable verdad se vuelve del pecado pidiendo perdón y misericordia en genuino arrepentimiento.

El corazón nunca recurre a Dios en arrepentimiento si este cambio de opinión no ocurre primero.

El arrepentimiento nunca es un acto meramente humano; sino algo que le ocurre a una persona cuando es confrontada con Dios. 

Cuando esto sucede ocurre un cambio en su interior, y este cambio operado por el Espíritu Santo mediante la Palabra afecta su actitud y su vida.

Aquí tenemos algunos ejemplo de personajes bíblicos conscientes de su naturaleza humana  y estoy segura que decepcionados también de sí mismo; solo hay que continuar leyendo acerca de sus vidas para darnos cuenta: 

👉 Asaf = Salmo 73 

👉 Isaías =  Isaías 6:5 

👉 David= Salmo 51: 5

👉 Pedro= Lucas 5:8 

👉 Pablo = Romanos 7


Dios les bendigas más...


 

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