Debido que, los enemigos de nuestra alma son implacables, sutiles y potentes, y nuestro marco o cerco espiritual es inconstante, se hace altamente necesario que vivamos recordando continuamente las consideraciones de la Palabra de Dios. ¿Qué sería más aconsejable y necesario que caminar cuidadosamente; que «velar y orar», no sea que caigas en tentación?
Siempre debemos tener presente nuestra propia debilidad e insuficiencia.
Puesto que la corrupción de la naturaleza pecaminosa es un enemigo que siempre está cerca de ti y de mí, y siempre está dentro de ti y de mí, mientras vivamos aquí en la tierra; y debido a que está siempre fuertemente dispuesta a ceder ante cada tentación; debiéramos «por sobre todas las cosas cuidar nuestro corazón».
Cuidar, cuidar y cuidar muy diligentemente, todos nuestros pensamientos, emociones y tendencias.
Tenemos que considerar cuándo surgen y hacia qué se inclinan antes de ejecutar cualquier acción o propósito.
Sabes, tan grande es el engaño del hombre con este asunto del corazón humano que llega a confiar en su propio corazón y sus designios, ¡cuidado! porque «el que confía en su propio corazón es un necio»; ignoramos de su peligro y sin considerar sus peores intereses.
Esta consideración debiera provocar en todo aquel que se hace llamar hijo de Dios, un corazón suplicante, con humildad y fervor, consciente de la presencia permanente que tenemos en Dios y la necesidad imperiosa de mantener la comunión con él a través de la oración.
Cuanto más conscientes estamos de esto, de nuestros enemigos y del peligro en el que estamos, tanto más nos ejercitaremos en la oración e intercesión.
¿Puedes tú, hermano cristiano, ser indiferente, apático, frío y descuidado cuando el sistema del mundo, tu naturaleza pecaminosa y el diablo son tus implacables e incansables oponentes?
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Algunos versículos para meditar acerca de la oración y de su importancia para nuestras vida:
📖 Salmo 145: 18 El Señor está cerca de quienes lo invocan, de quienes lo invocan en verdad
📖 Jeremías 29:12-13 Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé. Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón.
📖 Romanos 12:2 Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración.
📖 Lucas 18:1 También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar.
📖 Hechos 1:14 Todos ellos con un mismo espíritu se dedicaban a la oración, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y de sus hermanos.
📖Hechos 2:42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en las oraciones.
📖Efesios 6:18 Orando en todo tiempo en el Espíritu, con toda oración y súplica. Para ello mantenga alerta con toda perseverancia y súplica por todos los santos
📖1 Tesalonicenses 5:17 orar sin cesar.
